Pies protésicos
A lo largo de la evolución del hombre de cuadrúpedos a bípedos, el píe ha cambiado decisivamente en su función y complejidad. Es el elemento de carga del cuerpo.
Numerosos receptores en la planta del pie transmiten importante información al caminante sobre el estado del suelo, información que tiene que ser compensada por el trabajo en conjunto de los huesos y músculos. Una diversidad de fuerzas tienen que ser mantenidas alejadas del cuerpo y a la vez reducidas, todo esto con una gran variedad de movimiento en todas las direcciones. La articulación superior del tobillo permite la flexión plantar y dorsal. Los movimientos de pronación y supinación provienen de la articulación inferior del tobillo, así como de las pequeñas articulaciones del pie medio. Las fuerzas de torsión, que actúan sobre el pie, serán amortiguadas, interceptadas con lo cual no serán transmitidas al resto del cuerpo.
Todas estas diversas tareas tienen que ser también cumplidas por un pie protésico, para poder garantizar al am- putado el mejor uso posible dependiendo de sus actividades. Por eso es de gran importancia, la elección correcta del pie protésico con vistas a un tratamiento protésico exitoso.
Los criterios de selección del técnico ortopédico son
- Grado de movilidad
- Categoría por peso
- Función
- Altura de montaje
- Peso
- Encaje en el zapato